El satélite PAZ ya está en órbita

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El satélite PAZ ya está en órbita

La cuenta atrás que precedió el lanzamiento del satélite Paz el pasado 22 de febrero, se siguió con enorme expectación tanto en la base de Vandenberg, California, como desde el centro del INTA en Torrejón de Ardoz, Madrid. Desde el momento en que se pudo ver cómo el satélite iniciaba camino hacia su órbita, todos los presentes, aquí y allá, estallaron en un prolongado aplauso celebrando el éxito. Y no era para menos: España acababa de entrar en el selecto grupo de países con capacidad autónoma de observación de la tierra con tecnología radar.

La Ministra de Defensa, Mª Dolores de Cospedal, calificó la jornada de “histórica para nuestra seguridad y nuestra defensa, pero también para nuestra investigación espacial, para nuestro tejido empresarial y, en definitiva, para el conjunto de los españoles. Hisdesat –propietaria y operadora del Paz– informaba, poco más de una hora después de que el satélite se encontraba ”en perfecto estado de salud y en la órbita prevista”.

La alegría y caras de satisfacción de los asistentes al lanzamiento eran más que comprensibles. El lanzamiento, tras varios aplazamientos por cuestiones técnicas y meteorológicas, se había llevado a cabo, por fin, con éxito. Pero fundamentalmente obedecía a que el satélite Paz es sin duda un hito para España desde distintas perspectivas y por diversas razones. Como país, porque dotará al Ministerio de Defensa de aplicaciones para la protección de los ciudadanos y para responder desde el espacio a las necesidades de las fuerzas armadas respecto al control fronterizo, inteligencia, verificación de tratados internacionales u operaciones militares. Al tiempo que tendrá múltiples aplicaciones en el ámbito civil como el control medioambiental, la detección de vertidos, cartografía de alta resolución o el urbanismo, entre otras. El satélite Paz, parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra (PNOTS) puesto en marcha en 2007 por el Ministerio de Defensa junto con el de Economía, Industria y Competitividad, se completará con un segundo satélite óptico llamado Ingenio en el plazo inicial de dos años.

Para la industria espacial española el Paz significa también un paso decisivo, puesto que era la primera vez que nuestras empresas asumían el reto de construir un satélite de ese tamaño y complejidad. Todo un ejemplo de colaboración industrial que ha permitido consolidar el liderazgo español en el ámbito espacial, como constructor, integrador y operador de satélites de gran complejidad.

La operadora de servicios gubernamentales por satélite Hisdesat, propietaria de Paz, encargó a Airbus Defence & Space España el diseño y fabricación del satélite. Un trabajo que ha llevado a cabo contando con la colaboración de un equipo en el que participaron el Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA), las universidades politécnicas de Cataluña, Madrid y Alcalá de Henares, y más de 15 empresas, entre las que se contaban Crisa (Airbus Defence and Space), HV Sistemas, Iberespacio, Indra, NTE (actualmente integrada en el grupo SENER) y TRYO Aerospace.

Varios aplazamientos

2015 era el año inicialmente previsto para su lanzamiento, y el cohete ruso DNPER, el elegido por Hisdesat para ponerlo en órbita desde el Cosmódromo de Baikonur en Kazajistán. Sin embargo el conflicto entre Ucrania y la Federación Rusa, primero originó un cambio a la base de lanzamiento de Yasni y posteriormente paralizó el programa de lanzamiento, retrasando el proyecto.

Hisdesat decidió contratar el lanzamiento con SpaceX, empresa propiedad de Elon Musk, cuyo cohete Falcon 9 cumplía todos los requisitos para lanzar un satélite de las características de Paz. Así que, finalmente, el pasado 28 de diciembre, el satélite Paz partió hacia California, a bordo de un avión Antonov adaptado, junto con los equipos de Hisdesat y Airbus que realizarían las últimas comprobaciones en las instalaciones de SpaceX hasta su lanzamiento.



El satélite

Paz podrá proporcionar unas 100 imágenes al día de hasta 25 cm de resolución, tanto diurnas como nocturnas, independientemente de las condiciones meteorológicas. Llegará a cubrir al día un área de más de 300.00 kilómetros y está preparado para dar quince vueltas diarias a la Tierra, desde una altura de 514 kilómetros y con una velocidad de siete km por segundo.

Con un peso de unos 1400 kg, 5 metros de altura y 2,4 de diámetro, Paz incorpora un radar avanzado de apertura sintética que opera en banda X, con un ancho de banda de 300 MHz y capacidad máxima de toma de imágenes de 420 segundos por órbita. Este radar permite apuntar electrónicamente la antena y proporciona un tiempo medio de respuesta -desde que se envía la orden para que tome una imagen concreta y éste la envía a uno de los centros de control- de 24 horas.

Dos cargas secundarias

El satélite también incorpora un receptor de Identificación Automática de Buques AIS desarrollada por ExactEarth, empresa canadiense en la que Hisdesat es accionista principal, para informar sobre el tráfico marítimo mundial. Esto permitirá disponer de la mejor monitorización posible de este entorno dado que por primera vez se podrán combinar datos AIS y SAR (Radar de Apertura Sintética) captados de forma simultánea.

La segunda carga secundaria a bordo de Paz es un experimento de radio ocultación y precipitación extrema (ROHP), liderado por el Instituto de Estudios Espaciales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas IEE-CSIC y con la colaboración del Nasa Jet Propulsion Laboratory JPL y de la National Oceanic and Atomospheric Administration (NOAA). Permitirá ver cómo se ocultan las señales GPS a su paso por la atmósfera, analizar los cambios que se producen en la señal recibida por los distintos elementos atmosféricos, así como detectar y cuantificar precipitaciones intensas.

Constelación SAR

A los 10 minutos de despegar a bordo de un cohete Falcon 9, el satélite inició en solitario el trayecto hacia su órbita operacional de 514 km.

Pasada una hora, Hisdesat confirmó que “ya se había recibido telemetría y enviado telemandos desde la estación de Torrejón en el INTA. A partir de ahora se va a colocar en su posición definitiva en órbita y junto con los satélites alemanes TerraSAR-X y TanDEM-X, formará una constelación de satélites radar de última generación”.

Y es que los tres satélites funcionarán conjuntamente para formar una constelación de satélites SAR de muy alta resolución, reduciendo considerablemente el tiempo de revisita e incrementando la capacidad de adquisición, proporcionando mejoras sustanciales en varias aplicaciones. Hisdesat y Airbus comercializarán conjuntamente esta nueva configuración.

Las operaciones LEOP (Launch and Early Operations) llevadas a cabo por el equipo de proyecto desde el Centro de Control GSOC en Múnich, se terminaron el lunes 26. A partir de este momento el control de la operación de PAZ se pasó a la Estación de Seguimiento del INTA en Torrejón. Esta primera fase ha demostrado que el satélite está operando perfectamente, aunque todavía se realizarán operaciones críticas durante la fase de validación en órbita (Commissioning Phase). El éxito de la misión será definitivo cuando se realice la entrega del satélite en órbita dentro de unos meses (IOA).

El segmento terreno

El Instituto de Técnica Aeroespacial INTA es el responsable del segmento terreno del satélite; es decir, de la monitorización, seguimiento y recogida de datos. Para su desarrollo ha contado con un grupo industrial español encabezado por INDRA, con GMV y DEIMOS y el DLR alemán.

Con un papel relevante como parte de la misión, el segmento terreno consta de tres emplazamientos: el CEIT –Centro Espacial INTA de Torrejón–, el CESAEROB –Centro de Usuarios de Defensa– y el Centro de Respaldo de Maspalomas (Canarias).