- Indra cuenta con una de las soluciones más avanzadas y eficaces que existen para proteger aeropuertos, infraestructuras críticas, edificios oficiales y despliegues militares.
- Crow es uno de los pocos sistemas que ya ha demostrado su eficacia en operaciones reales: protegió a los soldados españoles en Mali y a los presidentes y jefes de estado que aterrizaron en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz para acudir a la Cumbre de la OTAN en Madrid el pasado mes de junio.
- Solo las compañías más avanzadas del mundo como Indra pueden ofrecer una solución probada que siempre va un paso por delante de la amenaza. Indra es uno de los grandes líderes globales del mercado de la defensa y una de las principales compañías de ingeniería tecnológica del planeta.
Dos aeronaves no tripuladas de pequeño tamaño despegan sin autorización en las inmediaciones de un aeródromo, poniendo en riesgo la seguridad de las operaciones aéreas. El Ejército del Aire y del Espacio detecta, analiza y neutraliza la amenaza en cuestión de segundos gracias a la ayuda de Crow, el vanguardista sistema antidrón que Indra ha presentado esta semana en Unvex, la principal cita del sector de los vehículos no tripulados que se celebra en España y que este año ha tenido lugar en Sevilla.
El Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo del Ejército del Aire y del Espacio (EADA) fue el encargado de conducir el ejercicio y demostrar ante un buen número de expertos y clientes la inteligencia y gran capacidad de un sistema puntero que ya se está utilizando en misiones militares reales de máxima complejidad.
En esta ocasión, su misión ha consistido en proteger las pistas de un pequeño aeródromo simulado en el que, de forma imprevista, dos drones han levantado el vuelo a tan solo un kilómetro de distancia, dejando un tiempo de reacción mínimo para neutralizarlos. El radar de alta precisión del sistema Crow detectó de forma inmediata la intrusión y sus sistemas optoelectrónicos permitieron establecer contacto visual con ellos para confirmar la amenaza. Al mismo tiempo, las antenas de defensa electrónica del sistema rastrearon el espectro radioeléctrico para determinar qué tipo de enlace estaban utilizando estos aparatos.
Toda esta información alimentó el avanzado algoritmo de la solución de Indra, que contrastó con sus librerías de datos el tipo de dron ante el que se encontraba y la contramedida más eficaz que debía emplear.
Bastó con que la primera de las dos aeronaves cruzase el perímetro de no intrusión para que el potente sistema de jamming de Indra se activase y bloquease completamente los enlaces de comunicaciones y los sistemas de posicionamiento de las aeronaves, obligándolos a tomar tierra. El sistema había evitado con ello que alguno de los drones, susceptibles de portar algún tipo de explosivo, tuviese la más mínima oportunidad de aproximarse a alguna de las aeronaves que estuviese aterrizando.
Para el responsable de sistemas Counter-UAS de Indra, Juan López Campos, “la gran mayoría de incidentes que se producen son causados por el uso inapropiado de drones comerciales, que muchos sistemas pueden llegar a contrarrestar, lo que aporta una falsa sensación de seguridad. Frenar un ataque intencionado, en el que se utilizan drones avanzados con el objetivo de causar el máximo daño posible y en el que la seguridad de los pasajeros de un vuelo está en juego, por ejemplo, exige el empleo de un sistema completamente fiable y eficaz, como el que Indra ofrece a sus clientes”.
Los sistemas antidrón son una tecnología muy compleja, que requiere el uso combinado de diferentes sistemas que deben trabajar de forma conjunta con total precisión a una enorme velocidad. Indra juega en este sentido con la enorme ventaja que le aporta ser uno de los principales fabricantes de radares del mundo, un líder en sistema de defensa electrónica y mando y control y una empresa pionera en el desarrollo de todo tipo de sistemas de radiofrecuencia, posicionamiento y comunicaciones. Al mismo tiempo, es un fabricante de drones que cuenta con una familia propia de vehículos no tripulados, lo que le confiere un conocimiento profundo de los sistemas que emplea y de cómo neutralizarlos. Solamente de esta forma es posible poner en el mercado una solución crítica como esta, que todos los aeropuertos del mundo, instalaciones industriales y edificios públicos deberán incorporar en los próximos años y que las Fuerzas Armadas están utilizando ya para protegerse en zonas de conflicto.