Tras la reciente selección de EnVision por parte del Comité del Programa Científico de la Agencia Espacial Europea (ESA) como la quinta misión de clase media dentro del plan Cosmic Vision de la Agencia, Thales Alenia Space, la sociedad conjunta entre Thales (67 %) y Leonardo (33 %), realizará el estudio de la fase B1 del orbitador de Venus, que está destinado a proporcionar una visión global del planeta, desde su núcleo interno hasta la atmósfera superior, para determinar cómo y por qué Venus y la Tierra evolucionaron de forma tan diferente. EnVision completará otras dos misiones a Venus anunciadas por la NASA como parte de su programa Discovery de exploración del sistema solar: la sonda de descenso DAVINCI+ y el orbitador VERITAS, cuyo lanzamiento se prevé para finales de esta década.
Venus, el planeta más cercano a la Tierra, tiene características similares en cuanto al tamaño, al campo gravitacional y a su composición en general, y se sitúa en el límite de la zona habitable del sistema solar. Al comienzo de su formación, ambos planetas eran sin lugar a duda muy parecidos. Sin embargo, mientras que la Tierra tiene un clima muy templado, las temperaturas en la superficie de Venus hoy pueden alcanzar 460 ºC y su atmósfera, que carece de agua, se compone principalmente de dióxido de carbono (96 %), que ejerce una presión atmosférica en la superficie del planeta de 92 bares, es decir que es casi cien veces más densa que la de la Tierra. La alta concentración de gases corrosivos cargados con sulfuro indica que hay actualmente una importante actividad volcánica en el planeta, mientras que la ausencia de placas tectónicas y de un campo magnético interno marcan una gran diferencia entre Venus y nuestro planeta.
Una de las preguntas más enigmáticas de la ciencia planetaria es por qué nuestro vecino más cercano sufrió una evolución tan diferente y un cambio climático tan espectacular, y si todavía es un planeta activo o no. El objetivo de la misión EnVision de la ESA es proporcionar una visión global del planeta, desde su núcleo interno hasta la atmósfera superior, para determinar cómo y por qué Venus y la Tierra evolucionaron de forma tan diferente.
Thales Alenia Space, uno de los dos contratistas principales seleccionados para esta fase de estudio, trabajará en colaboración con OHB, como socio principal, en el diseño del orbitador. Habiendo finalizado recientemente el estudio de los costes y de la factibilidad técnica y de desarrollo de la misión, esta nueva fase, que comenzará en julio de 2021 con una duración de 30 meses, está destinada a consolidar el diseño de la misión y del satélite, y a preparar la fase de implementación.
Para comprender cómo evolucionaron a través de miles de millones de años la superficie y la atmósfera de Venus, el orbitador transportará cinco instrumentos suministrados por los Estados miembros de la ESA y por la NASA. La carga útil europea comprende una sonda para estudiar las estructuras que se encuentran debajo de la superficie venusiana y tres espectrómetros para estudiar la atmósfera y analizar la superficie del planeta. Un radar de apertura sintética de la NASA adquirirá imágenes de la superficie y cartografiará sus características. El experimento de radiociencias, por otro lado, medirá con más exactitud el campo gravitacional del planeta. Estos instrumentos trabajarán conjuntamente para caracterizar de la mejor manera posible la interacción entre los diferentes límites del planeta, proporcionando una visión global del mismo y de sus procesos.
“Estamos muy orgullosos de ser parte de esta nueva misión de la ESA, tan innovadora y motivante, que desvelará los misterios de la evolución geológica y climática de Venus. Esta misión demuestra además el papel clave que desempeñan Europa y Thales Alenia Space en la investigación científica sobre el sistema solar”, declaró Bertrand Denis, vicepresidente de las actividades de Observación y Ciencia de Thales Alenia Space en Francia.
Venus, Marte, Mercurio, Saturno, el Sol, los cometas, los exoplanetas, el universo oscuro… y, dentro de poco, de nuevo la Luna. Thales Alenia Space siempre ha sido un socio clave en las misiones de exploración espacial internacionales, un papel que se ve claramente reflejado en su lema “Space for life”. Además de explorar el sistema solar, la empresa ha contribuido de forma fundamental a la Estación Espacial Internacional al suministrar la mitad de su volumen presurizado, así como módulos presurizados para los vehículos de reaprovisionamiento. En 2020, la ESA eligió a Thales Alenia Space para suministrar los dos módulos europeos principales para la estación orbital lunar, un elemento esencial del programa Artemis de la NASA, cuyo propósito es volver a llevar a los seres humanos a la Luna de aquí a 2024.