ARQUIMEA Research Center, el centro de I+D del grupo ARQUIMEA ubicado en Canarias, ha conseguido un avance clave en el ámbito de la ciberseguridad: una nueva implementación del algoritmo FrodoKEM sobre FPGA que multiplica por 10 el rendimiento respecto a las soluciones tradicionales basadas únicamente en software. Este desarrollo posiciona a España como uno de los países que lideran el diseño de soluciones frente a la próxima gran amenaza tecnológica: la computación cuántica.
Este avance llega en un momento crítico. La computación cuántica, aunque aún en fase de desarrollo, se perfila como una de las tecnologías más disruptivas del siglo XXI. Su capacidad para resolver problemas hoy intratables también plantea un riesgo importante: será capaz de romper los algoritmos criptográficos que actualmente protegen nuestras comunicaciones, transacciones bancarias, infraestructuras críticas y sistemas de defensa.
Ante este reto, se ha abierto una carrera global por desarrollar tecnologías de protección adaptadas al nuevo escenario. Es lo que se conoce como criptografía post-cuántica: el conjunto de algoritmos diseñados con herramientas actuales para resistir los futuros ataques cuánticos.
ARQUIMEA lleva más de cinco años invirtiendo en esta línea estratégica, convencida de que la soberanía tecnológica y la ciberseguridad nacional dependen de anticiparse a este escenario. La solución desarrollada por su equipo en Canarias se basa en un enfoque de co-diseño hardware/software, que combina un procesador RISC-V con aceleradores diseñados específicamente para las operaciones más costosas del algoritmo, como la multiplicación de matrices o el muestreo gaussiano.
El resultado es una arquitectura eficiente, segura y adaptable, que no requiere de técnicas de optimización del compilador, lo que refuerza su aplicación en entornos especialmente sensibles. Además, esta tecnología se integra dentro de una estrategia más amplia orientada a garantizar la criptoagilidad: la capacidad de adaptar los sistemas a diferentes algoritmos resistentes a ataques cuánticos sin comprometer su rendimiento.
Este nuevo avance refuerza el papel de ARQUIMEA como actor clave en el desarrollo de tecnologías críticas desde España, y demuestra el potencial de Canarias como polo de innovación disruptiva. La compañía subraya la necesidad de que este tipo de desarrollos se integren en las estrategias nacionales y europeas de soberanía digital y seguridad tecnológica, como herramienta para anticipar los desafíos del futuro.