La Industria Aeronáutica pide paso
La Ministra Reyes Maroto presentó a primeros de diciembre la Agenda Sectorial de la Industria Aeronáutica, un plan de trabajo diseñado por la industria, por TEDAE en estrecha colaboración con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, para impulsar el desarrollo futuro de un sector industrial estratégico para nuestra economía. Una industria que en 2017 facturó casi 9.000 millones de euros (8.947, para ser exactos) y generó más de 43.000 empleos de alta cualificación. Un sector cuyo nivel tecnológico hace de España uno de los pocos países capaz de construir un avión de principio a fin.
La Agenda persigue incrementar esa capacidad tecnológica e industrial adquirida e identificar las acciones necesarias para el crecimiento y desarrollo futuro de nuestras empresas aeronáuticas. Establece para ello unos objetivos y propone unas medidas de estímulo para seguir creciendo óptimamente, aprovechando las interesantes oportunidades que se vislumbran para los próximos años. Máxime cuando los Estados europeos de nuestro entorno, conocedores de esta realidad, han generado programas públicos específicos de apoyo a sus respectivos sectores aeronáuticos.
Se calcula que en 2036 se necesitarán más de 35.000 nuevas aeronaves de transporte comercial, dotados de mayores avances tecnológicos, tendiendo a emisiones cero con sistemas de propulsión más eficientes y cada vez con menor peso y más silenciosos. El tráfico aéreo crecerá más del doble en los próximos 20 años, requiriendo de nuevos equipos de simulación y de gestión de tráfico aéreo. En el ámbito de la defensa, los nuevos programas de aviación europeos en marcha y la política común de defensa generan igualmente buenas perspectivas.
Nuestras empresas son conscientes de que se tienen que preparar para ese fuerte crecimiento, a riesgo de quedarse fuera de un mercado que es global y ferozmente competitivo. Este es un sector muy tecnológico en el que el conocimiento es su clave diferenciadora. Intensivo igualmente en investigación y capital, con ciclos de desarrollo de tecnologías y productos muy largos, de hasta 20 años, e instalaciones y fábricas cada vez más complejas. Conviene, por tanto, ir un paso por delante.
La cuestión es que si bien esta Agenda Sectorial es un importante primer paso, ahora toca dar continuidad a lo iniciado. De poco servirá esta hoja de ruta si no se concretan las medidas de impulso que propone y que requieren en gran medida del apoyo decidido de nuestro gobierno. Un apoyo que se traduzca en un plan estratégico aeronáutico a largo plazo, como largos son los plazos de maduración y desarrollo de los programas de aviación, y con ayudas específicas para el sector equiparable al esfuerzo inversor propio de la industria. Es urgente una mayor inversión en I+D+i, así como también disponer de modelos de financiación similares a los que disfrutan nuestros competidores en sus respectivos países. Es prioritario igualmente agilizar la digitalización hacia la industria 4.0 y consolidar un patrón de formación excelente. Se precisa, en definitiva, de la voluntad y del compromiso de la industria y de la Administración para generar el entorno en el que las empresas tractoras puedan integrar en nuevos desarrollos a otras de menor tamaño, consolidando una cadena de suministro eficaz.
Otro rasgo distintivo de esta industria es que de la misma manera que es muy vulnerable a la falta de impulso público, responde muy rápidamente a las medidas de estímulo adecuadas. La experiencia que tenemos del impulso generado por los planes tecnológicos aeronáuticos I y II (los famosos PTAs) puestos en marcha entre los años 1993 y 2003 lo demuestra. Los 320 millones de euros que se movilizaron entonces nos capacitaron para participar en los grandes programas de aviación – A380, A400, A350…- y para suministrar a Airbus y otros grandes fabricantes como Boeing, Embraer o Bombardier generando un volumen de negocio que multiplicó la cifra invertida en varios ceros.
A veces se olvida que España está en el sector aeronáutico desde hace más de 100 años y que somos uno de los líderes europeos. En TEDAE nos gusta decir que somos Marca España, y de la mejor, porque nos sentimos orgullosos de contribuir al progreso económico, tecnológico y social de nuestros conciudadanos. Y como no queremos dejar de serlo, y sabemos cuáles son los ejes de crecimiento sobre los que hay que trabajar, es el momento de ponerse manos a la obra, codo con codo la industria y la Administración, acompasando y favoreciendo los compromisos presupuestarios y de inversión. No vaya a ser que no lleguemos a tiempo de aprovechar las oportunidades que se vislumbran, no vaya a ser que nos quedemos descolgados.
Por Jaime de Rábago
Presidente de TEDAE (Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio)
Publicado en Expansión
29. 12. 2018