El sector espacial se presenta en 2016 cargado de importantes retos e interesantes novedades
Publicado el
Este año la sonda Juno de NASA llegará a Júpiter tras un viaje de cinco años, lo que permitirá medir la atmósfera, magnetosfera y, por vez primera, el interior del mayor planeta del sistema solar. La misión OSIRIS-Rex, también de NASA, se lanzará en septiembre con objeto de interceptar al asteroide Bennu -que viaja en una trayectoria que podría colisionar con la Tierra en 2182, tomar una muestra del mismo y enviarla de vuelta a la Tierra.
En el contexto europeo, a fecha de hoy, ya hemos asistido al lanzamiento del Sentinel 3A como parte del despliegue de la constelación Copernicus, que durante este mismo año también tiene programado el lanzamiento del Sentinel 5P, así como el de las unidades B de los Sentinels 1 y 2. El programa Galileo también prevé avanzar de forma muy importante en el despliegue de la constelación mediante el lanzamiento de nada menos que seis satélites durante este año. Y hace muy pocos días hemos asistido al lanzamiento de la misión Exomars, auténtico buque insignia del programa de exploración de la Agencia Espacial Europea, que tiene prevista su llegada al planeta marciano en octubre de este mismo año. Un mes antes la fascinante misión Rosetta pondrá su punto final de forma espectacular con un impacto controlado en la superficie del cometa Churyumov-Gerasimenko. En todas estas misiones la industria española ha realizado importantes contribuciones en sistema, plataforma, carga de pago, equipos, segmento terreno y operaciones, confirmando una gran madurez y competitividad.
A nivel nacional, durante este año esperamos que se produzca el lanzamiento del satélite español PAZ, que supondrá un importante hito e impulsará de manera decidida el mercado de aplicaciones y servicios de Observación de la Tierra. En el ámbito gubernamental español asistiremos a la puesta en marcha del Plan Director de Sistemas Espaciales, publicado a finales de 2015, que contempla sistemas de comunicaciones, de observación, navegación y posicionamiento, y vigilancia y seguimiento. En particular, en 2016 el Ministerio de Defensa e Hisdesat pondrán en marcha el programa de la próxima generación de satélites de comunicaciones. Hispasat, por su parte, tiene previsto en 2016 el lanzamiento del Hispasat 36W-1 (Hispasat AG1) que incorpora grandes avances tecnológicos desarrollados por nuestra industria, que continúa captando cuotas crecientes del mercado espacial comercial, participando de manera decisiva en dos de cada tres satélites de telecomunicaciones a nivel mundial.
En 2016 la industria española espera formalizar importantes contrataciones en los programas de lanzadores (Ariane 6 y Vega), ciencia (Juice y Plato), Observación de la Tierra (Copernicus, FLEX y Metop/EPS de Segunda Generación), Galileo y SST, por mencionar algunos de los más relevantes. También en satélites de Telecomunicaciones y en nuevas iniciativas comerciales espaciales, lo que se conoce como New Space. Todo ello debe suponer un punto de inflexión que impulse con fuerza el crecimiento de sector.
En el terreno político, la Comisión Europea ha reconocido la importancia estratégica del Espacio y, como tal, se ha comprometido a establecer durante este año 2016 una ambiciosa “Estrategia Espacial para Europa” como parte de un paquete de 23 iniciativas clave con las que impulsar el crecimiento y el empleo en la Unión. Dicha estrategia dará continuidad a los dos programas espaciales emblemáticos de la UE, Galileo y Copernicus. Se espera que además se incluya una importante contribución del Espacio en la eliminación de la brecha digital, así como un fuerte impulso al incipiente programa europeo de vigilancia del Espacio (SST) y un programa de comunicaciones gubernamentales (GOVSATCOM) de ámbito europeo. En dichas oportunidades España juega un papel de liderazgo que es preciso aprovechar.
Habrá sin embargo que esperar hasta diciembre para que tenga lugar el acontecimiento de mayor importancia del año para el sector, la Conferencia Ministerial de la ESA, una cita de trascendental importancia para el conjunto de la industria espacial europea, y muy particularmente para la española. Durante dicha conferencia, los países miembros de la Agencia aprobarán los presupuestos del programa obligatorio y realizarán suscripciones a programas opcionales, los cuales determinarán las oportunidades para la industria de cada país y su posicionamiento de cara al futuro. España, socio fundador de la ESA, presidirá por primera vez una conferencia de estas características y debe ocupar el lugar que le corresponde, participando en el conjunto de programas que allí se suscriban al nivel correspondiente a su PIB relativo al resto de países de la ESA. Esta es, pues, una oportunidad imprescindible para apostar por un sector altamente cualificado, exportador, con mucho valor añadido, que tiene un gran poder de transformación y efecto multiplicador, y que supone por tanto un verdadero estímulo al crecimiento y generación de empleo, con un extraordinario potencial de desarrollo y perspectivas de futuro.
