El pasado mes de noviembre la comunidad espacial europea pudo presenciar un acontecimiento inédito en la reunión Ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA). Por primera vez, los 22 países miembros de la Agencia hicieron historia aprobando una cifra récord de 14.388 millones de euros, una cuantía mayor de la solicitada por la Agencia. Posteriormente, esta cifra llegó a estar por encima de los 14,5 millones de euros con aportaciones de última hora. Se trata de un nivel de suscripción sin precedentes, un 40% superior al de CMIN-16. También, y por primera vez, fue superior a la propuesta del Director General de la ESA, y es que absolutamente todos los programas y misiones contaron con suficiente apoyo para su ejecución.
Teniendo en cuenta que la comidilla de la semana previa era que el Reino Unido no confirmaba su participación, existía un gran temor de que la cosa se torciera. Finalmente, la noche anterior se confirmaba esta participación del Reino Unido en el espacio europeo durante los próximos cuatro años. Con esta gran noticia dio comienzo la reunión de dos días en la que se tomaron importantes decisiones constatando así el papel principal que Europa quiere jugar en el concierto espacial mundial.
Las noticias se fueron desatando con rapidez una vez empezado el consejo. En algunos momentos, a pesar de que todos venían con los deberes hechos, se producían pequeñas incógnitas sobre qué delegación ponía más aportación en tal o cual aplicación. Así, por ejemplo, Reino Unido, que había puesto 100 M€ en Copernicus, al ver que España ponía 170 M€ subió su participación al mismo nivel.
Anécdotas aparte, se puede decir que España tenía muy bien preparada la reunión como anfitrión y que la intervención de apertura del Ministro Pedro Duque tuvo un gran impacto pues dilucidaba el nivel de las negociaciones preparatorias que auguraba un gran éxito para Europa. La verdad es que resulta difícil encontrar a un ministro tan aficionado al espacio como él. El resultado lo dice todo: Europa apuesta por el espacio.
La primera sorpresa vino de Alemania, que se erigió como país con mayor contribución a la ESA con un 22.9%, seguido de Francia con el 18.5%, algo que está haciendo sonar algunas alarmas en Francia. La segunda sorpresa saltó con la aportación italiana (15.9%) que superaba a la británica (11.5%) por primera vez. El quinto lugar de participación fue para España con el 5.9%, seguido muy de cerca por Bélgica.
En cuanto a los programas, el que obtuvo mayor suscripción fue el de Observación de la Tierra con más de 2.540 M€ aportados por los estados miembros. Lo más atractivo de este apartado es que en él se incluyen las seis futuras misiones del programa Copernicus con la participación de la Unión Europea.
El Transporte Espacial ha sido otra aplicación ganadora, con un decidido apoyo de 2.238M€ primordialmente para asegurar el futuro de Ariane 6 y Vega C, pero es que, además, se incluye el programa RIDER para realizar un demostrador europeo en órbita reutilizable parecido al IXV.
También fueron destacables las aportaciones a los programas de Ciencia y Exploración (humana y robótica) que incluyen la actividad humana en LEO y más allá de LEO, la exploración robótica de la Luna y Marte y el programa ExPeRT.
Asimismo, los programas de Telecomunicaciones destacan por su programa de colaboración ARTES y las inevitables aplicaciones para el 5G, seguridad espacial y comunicaciones ópticas. Por último, las actividades básicas de desarrollo tecnológico como GSTP y la componente de desarrollo tecnológico de telecom ARTES 4, así como el programa PRODEX para acercar más la industria y la comunidad científica, suscitaron una más que interesante subscripción.
Todo esto está muy bien, pero ¿qué representa para España y su desarrollo espacial?
Los 852,2 M€ suscritos en Space19+ por la delegación española supone la mayor contribución nunca realizada por España en una Ministerial de la ESA. Esta aportación se distribuyó de la siguiente manera: 325,8 M€ en programas obligatorios; 494,6 M€ en programas opcionales y 31,8 M€ en convenios. Con ello, España se reafirma en el quinto máximo contribuyente en Space19+, tras Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
Hay que recordar que el 8 de noviembre de 2019, tras el último consejo interministerial, el Ministerio de Ciencia aprobó un incremento a la contribución española de la ESA de 586,7 M€. Con ello España alcanzaría el correspondiente nivel (~7,12 %) de acuerdo a su PIB, es decir cerca de 250 M€ por año en el periodo 2020-2026, unos 1.543 M€ en total.
También se puede decir que España, en el nuevo periodo entre ministeriales (2020-2022) ha aumentado su presupuesto en un 33% respecto al periodo anterior (2017-2019). Si hablamos por áreas programáticas, España queda muy bien considerada en bastantes áreas.
En el programa de Observación de la Tierra, España consigue, con una aportación de 201.8 M€, ser el cuarto máximo contribuyente a Copernicus, lo que abre una posibilidad de liderazgo de misión, instrumentos y subsistemas principales de los siguientes satélites Sentinel. Asimismo, se hace una dotación para cubrir un posible retraso debido al lanzador Vega en el lanzamiento de Ingenio.
En Telecomunicaciones se llega a una aportación de 87,5 M€ para mejorar la competitividad y la seguridad de sistemas SATCOM de nueva generación, dando apoyo a propuestas de desarrollos tecnológicos de iniciativas industriales. Las líneas estratégicas son: el espacio 5G, las comunicaciones ópticas y la seguridad.
En el programa de Exploración se ha conseguido un papel destacado con una contribución de 80 M€ (con un incremento de más del 100%), sobre todo en exploración robótica de Marte y la exploración humana en LEO (órbita baja terrestre) y más allá de esta órbita. Se contemplan actividades científicas como E-Usoc y Melissa, así como conseguir el liderazgo en subsistemas de electrónica, estructuras o guiado y control, entre otros.
La contribución en el área de Lanzadores, 59,1 M€, va encaminada al apoyo de la mejora de la competitividad de los lanzadores Ariane 6 y Vega C, así como al programa preparatorio de futuros lanzadores (FLPP).
Dentro del apartado de Vigilancia y Seguridad se contribuye con 33 M€. Incluye el apoyo a la misión HERA de Defensa Planetaria, un hito de colaboración entre la ESA y la NASA, así como el refuerzo del programa S3T sobre Vigilancia y Seguimiento Espacial (SST). El objetivo es dar continuidad a actividades fundamentales tales como meteorología espacial, defensa planetaria (estudio de telescopio de Infrarrojos NEOs), basura espacial y espacio limpio.
Finalmente, la contribución a la mejora de la competitividad del sector espacial español a través de las actividades GSTP, para el desarrollo de nuevas tecnologías y la demostración en órbita, contará con un presupuesto de 10 M€ por año de media. Su objetivo es apoyar tanto evoluciones de aplicaciones como el desarrollo de nuevos conceptos y tecnologías.
Se produce un fuerte incremento en la asignación para desarrollos I+D+i de alto valor añadido asociados a la excelencia científica dentro del programa PRODEX (30 M€) destinados a cerrar la brecha entre la industria y la comunidad científica.
España contribuye también al área de Navegación con 5 M€ para dar apoyo a la competitividad de los actores españoles en GNSS y a las propuestas de desarrollos tecnológicos de iniciativa industrial. Con ello se pretende fomentar todas aquellas ideas innovadoras para posicionamiento, navegación y timing.
Con respecto a las áreas obligatorias, en el programa Científico España ha conseguido un aumento del 10%, según su PIB relativo, con una aportación de 201 M€. Con ello se persigue, por un lado, una consolidación de las misiones FAST con liderazgo español y, por otro, la posibilidad de liderar subsistemas en próximas misiones medianas y grandes. Las misiones Athena y LISA podrían ser algunos exponentes.
También se produce dicho aumento del 10% en las Actividades Básicas, que alcanzaron una participación española de 100 M€. Actividades de bajo nivel tecnológico para favorecer su evolución hacia la comercialización, estudios de futuras misiones, infraestructuras como centros de control, estaciones terrenas, centros de ensayos, laboratorios y educación (por ejemplo: ESERO).
Finalmente, el área del Centro Espacial de Guayana – CSG, una nueva línea en el programa obligatorio dedicada a actualización de la base incluyendo el centro de operaciones. La contribución española de 28,8 M€ está en línea con su PIB y su participación en lanzadores. Ello cubre las actividades operacionales y la mejora de las instalaciones, abriendo nuevas oportunidades para España.
No cabe duda alguna sobre el éxito de la Ministerial de Sevilla con esa aportación histórica a la ESA. Lo mismo se podría decir de España, cuya contribución ha sido la más voluminosa de la historia. De hecho, se ha producido el reconocimiento global del papel que ha tenido la Presidencia española en Space19+. Por último, se considera clave para el sector espacial europeo la relación UE-ESA.