JUICE, construida por Airbus, inicia su épica odisea

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JUICE, construida por Airbus, inicia su épica odisea
    Airbus en España ha contribuido a su realización.

A las 13:33 UTC del 14 de abril, JUICE (JUpiter ICy moons Explorer) desplegó sus alas en órbita tras el exitoso lanzamiento del Ariane 5. El equipo de operaciones espaciales de la ESA en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt, Alemania, tomó el control de la nave y confirmó la recepción de la primera telemetría y el despliegue sin problemas de los paneles solares. La nave JUICE, construida por Airbus, ya está oficialmente en camino hacia Júpiter.

La participación española de Airbus a contribuido en gran medida a la realización de este satélite, único en su género.

Concretamente, Airbus Defense and Space en España diseñó y construyó la estructura y control térmico del satélite (SSTS, estructura, blindaje y sistema de control térmico) en sus instalaciones en Madrid-Barajas. La estructura ha incluido un desarrollo nuevo de técnicas de pegado de plomo y aluminio, necesario para blindar los equipos contra la radiación que hay en Júpiter. El control térmico pasivo incluye una importante red de radiadores y una serie de tratamientos superficiales, como puede ser pintura negra, para adecuar las propiedades termo-ópticas a las necesidades de mantener a todos los equipos que están dentro de la nave y el resto de subsistemas funcionando en un rango de temperaturas óptimo.

También ha sido responsable, desde su centro en Tres Cantos, del Subsistema Eléctrico de Potencia (EPS) de JUICE. Éste, está constituido por la Unidad de Condicionamiento y Distribución de Potencia (PCDU) y las baterías del satélite, y de todas las actividades relacionadas con el EPS, así como el diseño y fabricación de la PCDU, mientras que el subcontratista ABSL ha sido la encargada del diseño y fabricación de las baterías. Se trata de un subsistema crítico para la misión.

El diseño del EPS se ha enfrentado a desafíos técnicos sin precedentes, derivados del inhóspito ambiente que el satélite sufrirá mientras explora Júpiter y sus lunas heladas, que potencialmente pueden albergar vida. Hasta el momento ninguna misión de la ESA ha viajado tan lejos del Sol, con lo que la optimización de la eficiencia eléctrica de EPS es crítica para el éxito de la misión.

Para completar, Júpiter tiene el mayor campo magnético del sistema solar, con lo que el entorno de partículas severas hace necesario unas contramedidas tanto a nivel del EPS como del satélite completo, nunca hechas. Por último, la gran sensibilidad de los instrumentos a bordo del satélite requiere que la limpieza electromagnética del EPS sea enorme para no interferir en las medidas de esos instrumentos.